martes, 7 de enero de 2025

APOSTAR POR EL CARNAVAL DE OCAÑA ES APOSTAR POR LA CULTURA.

Por: Trinidad Pacheco Bayona.

Foto: Alber Mauricio Toro

El Carnaval de Ocaña, Norte de Santander, es una tradición que, año tras año, reúne a locales y visitantes en torno al arte, la cultura y la alegría. En la edición de 2025, los esfuerzos de la administración municipal han sido evidentes: la convocatoria de artistas locales y departamentales, junto con la organización de actividades culturales, han buscado consolidar estas fiestas como un evento destacado en el calendario regional. Sin embargo, el carnaval enfrenta desafíos que requieren atención inmediata para garantizar su sostenibilidad y seguridad.

Es crucial reconocer que el Carnaval necesita un Plan Especial de Salvaguardia que incluya un componente pedagógico robusto. Este plan debe enfocarse en educar a la comunidad, tanto en las escuelas y colegios como en los sectores del comercio y la hotelería, sobre la importancia de preservar la esencia cultural de esta celebración. La pedagogía no solo debe estar orientada hacia los habitantes locales, sino también hacia los visitantes que llegan al municipio. Es necesario que quienes reciben a los turistas puedan transmitir información clara sobre cómo participar en los carnavales de manera respetuosa y responsable.

Uno de los problemas recurrentes en el Carnaval de Ocaña es la percepción de desorden y desmanes, muchas veces atribuida a visitantes que no comprenden el espíritu festivo y comunitario del evento. Esto plantea un reto enorme para las autoridades y los organizadores, que deben implementar estrategias de concienciación y regulación que prevengan estos comportamientos sin desvirtuar la alegría inherente al carnaval. Para ello, la capacitación en escuelas y colegios es fundamental, así como el trabajo conjunto con los sectores comerciales, para que toda la comunidad participe activamente en la promoción de un ambiente seguro y respetuoso.

El Carnaval de Ocaña tiene el potencial de convertirse en un referente nacional e internacional, pero esto solo será posible si se asume el compromiso de invertir en su futuro. La seguridad y el orden no son enemigos de la diversión; por el contrario, son aliados que garantizan que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de estas fiestas sin temor ni restricciones.

Apostar por el Carnaval de Ocaña es apostar por la cultura, el turismo y el desarrollo de la región. Es hora de pensar en grande y trabajar unidos para preservar esta tradición, asegurándonos de que siga siendo una fuente de orgullo para los ocañeros y un ejemplo para el país. El reto es grande, pero las recompensas lo valen.

1 comentario:

UNA SOLA DANZA NO REPRESENTA A TODO NORTE DE SANTANDER

Por: Trinidad Pacheco Bayona. Hablar de una identidad cultural única en Norte de Santander es un error tan común como preocupante. Este depa...