martes, 28 de enero de 2025

RUMEN IVANOV RACHEV, UN LEGADO DE EXCELENCIA Y HUMANIDAD EN EL BALLET

Por: Trinidad Pacheco Bayona.

Hablar de Rumen Ivanov Rachev es adentrarse en la historia de un hombre cuya vida ha sido una oda a la danza, al arte y a los valores humanos. Maestro, bailarín, coreógrafo y mentor, Rumen no solo ha destacado por su virtuosismo técnico en el ballet clásico, sino también por su sensibilidad hacia la naturaleza, la cultura y las personas que han tenido el privilegio de cruzarse en su vida.

Nacido en Bulgaria un 20 de enero, Rumen demostró desde temprana edad un talento innato para la danza. A los 11 años inició su formación en ballet clásico, una disciplina que muy pronto lo llevaría más allá de las fronteras de su país natal. Con apenas 14 años, fue becado por el Ministerio de Cultura de Bulgaria para estudiar en la prestigiosa Academia de Ballet Vaganova, en Leningrado, actual San Petersburgo. Allí, en la cuna del ballet mundial, su esfuerzo y dedicación lo llevaron a graduarse con honores, interpretando el icónico Pas de Deux de Coppélia.en el Teatro K.

La carrera de Rumen despegó con rapidez, consolidándose a los 20 años como Primer Bailarín de la Ópera Nacional de Plovdiv, Bulgaria. Posteriormente, se unió al Ballet Arabesque y, a sus 25 años, alcanzó el prestigioso título de Bailarín-Étoile de la Ópera Nacional de Sofía. Su dominio del escenario y su capacidad para transmitir emociones a través del movimiento lo convirtieron en una figura emblemática del ballet en su país.

En 1990, su talento lo llevó a Venezuela, donde fue invitado como Primer Bailarín y Maestro por el Ballet Nacional de Caracas. Desde entonces, Rumen no solo se estableció como una figura clave en el desarrollo del ballet venezolano, sino que también expandió su influencia por toda América Latina. Fue maestro en la academia Nina Novak, fundó la Fundación Ballet de las Américas y el Ballet Municipal de El Hatillo, y apoyó un rol destacado como profesora en la Universidad Nacional Experimental de las Artes (UNEARTE). Además, durante ocho meses, compartió su experiencia como maestro invitado en la escuela de ballet Trinidad Pacheco, en Ocaña, Colombia, antes de continuar su misión artística en El Salvador, donde es director artístico de la compañía de ballet que sigue destacada como un símbolo de ese país.

Rumen Ivanov Rachev no es solo un referente de la danza clásica; es un ejemplo de humanidad, generosidad y amor por el arte. Licenciado en docencia de danza clásica y con una maestría en teatro latinoamericano, su legado no se limita a los escenarios que ha pisado, sino que se extiende a los corazones y mentes de cientos de estudiantes que han aprendido de él. Su sensibilidad hacia la naturaleza y su compromiso con la formación de nuevas generaciones lo convierten en un verdadero maestro, no solo en la técnica, sino también en la vida.

Rumen ha demostrado que el ballet es mucho más que una disciplina artística; es una forma de conectarnos con nuestra esencia humana, de superar fronteras y de transformar vidas. Su historia es un recordatorio de que el verdadero arte nace del alma, y ​​su legado perdurará como un faro de inspiración para todos aquellos que, como él, creen en la magia de la danza.

martes, 21 de enero de 2025

UN HOMENAJE A LOS ARTISTAS DEL CATATUMBO. LUZ Y ESPERANZA EN MEDIO DE LA CRISIS.

Por: Trinidad Pacheco Bayona.

@juanafotografia 
El Catatumbo, esa región de montañas imponentes y verdes paisajes, es un territorio que en muchos aspectos se encuentra marcado por la adversidad. Las dificultades sociales y económicas, sumadas a los retos del orden público, han convertido a esta zona en un símbolo de resistencia y fortaleza. Pero más allá de las crisis que frecuentemente protagonizan los titulares, existe una historia diferente que merece ser contada: la de sus artistas.

En estas tierras llenas de vida y tradición, florecen personas extraordinarias dedicadas a la danza, la música y las artes plásticas. Su trabajo no solo conmueve, sino que también aporta color y esperanza a una región que a menudo parece olvidada. Estas almas creativas transforman las dificultades en expresiones artísticas que nos recuerdan que el arte es mucho más que entretenimiento: es una herramienta poderosa de resistencia, un puente hacia la reconstrucción del tejido social.

Hoy quiero rendir homenaje a ellos, a esos guardianes de la cultura que apuestan por visibilizar el Catatumbo desde una perspectiva diferente. Con sus manos, voces y cuerpos, llevan el mensaje de que esta región no es solo un escenario de conflicto, sino también una tierra de inmenso talento y belleza. Son ellos quienes, con cada movimiento de danza, con cada pincelada, con cada nota musical, nos invitan a mirar más allá de las dificultades y descubrir el potencial que yace en estas montañas.

El arte y la cultura tienen el poder de sanar y construir. En el Catatumbo, estas expresiones se convierten en un faro que ilumina el camino hacia un futuro donde la comunidad se fortalezca, donde el turismo sostenible sea una oportunidad de crecimiento y donde los propios habitantes se conviertan en los principales embajadores de su territorio. Estas iniciativas, además, nos enseñan que el desarrollo no se mide solo en infraestructuras, sino también en las posibilidades de construir una sociedad más humana y conectada.

Los artistas del Catatumbo son los verdaderos portavoces de una región que se niega a ser definida solo por sus problemas. En cada expresión cultural, hay un llamado a la esperanza y una invitación a soñar con un territorio donde el arte y la paz convivan como pilares fundamentales. Por eso, hoy los celebro y los reconozco, porque su labor no solo inspira, sino que también nos recuerda el valor inquebrantable de la creatividad frente a la adversidad.

Si apostamos al arte y la cultura como herramientas de transformación, si los respaldamos y promovemos, estaremos contribuyendo a la reconstrucción del tejido social y fomentando un turismo que valore y respete la esencia del Catatumbo. Es tiempo de reconocer que, a pesar de los retos, este territorio tiene mucho que ofrecer al mundo, y sus artistas son la prueba viviente de ello.

domingo, 19 de enero de 2025

EL LADO OSCURO DE ALL DANCE. CUANDO LA DANZA SE CONVIERTE EN UN NEGOCIO.

Por: Trinidad Pacheco Bayona.

El evento de All Dance ha sido durante años un referente en el mundo de la danza, atrayendo a miles de bailarines y coreógrafos de todo el país. Sin embargo, en los últimos años, ha sido evidente que este evento ha perdido su esencia y se ha convertido en un negocio que solo piensa en el dinero.

La organización de All Dance ha creado un modelo de negocio que se basa en la explotación de los bailarines y coreógrafos. Los premios que se otorgan en el evento son solo un incentivo para enganchar a los estudiantes de la danza y hacer que sus padres o representantes paguen grandes cantidades de dinero para participar en el evento.

Pero, ¿qué hay detrás de este negocio? La verdad es que la organización de All Dance se aprovecha de la pasión y el entusiasmo de los bailarines y coreógrafos para generar grandes ganancias. Los costos de inscripción, los gastos de viaje y alojamiento, y los costos de los trajes y accesorios son solo algunos de los gastos que los participantes deben asumir para participar en el evento.

Y, ¿qué hay de los premios? La mayoría de los premios que se otorgan en All Dance son solo simbólicos y no tienen ningún valor real. Los premios en efectivo son escasos y solo se otorgan a los ganadores de las categorías más importantes. Pero, incluso en estos casos, los premios son solo una fracción de lo que la organización gana con la inscripción y la venta de entradas.

All Dance se ha convertido en un evento que solo piensa en el dinero y no en la promoción y el fomento de la danza como arte. Los premios que se otorgan son solo un incentivo para enganchar a los estudiantes de la danza y hacer que sus padres o representantes paguen grandes cantidades de dinero para participar en el evento.

Es hora de que los bailarines y coreógrafos se den cuenta de que están siendo explotados y que es hora de buscar alternativas más justas y equitativas. La danza es un arte que debe ser promovido y fomentado, no explotado para generar ganancias.

martes, 14 de enero de 2025

La belleza y la falta de consciencia de los visitantes a Salazar de las Palmas.

Por: Trinidad Pacheco Bayona. 

Volver a Salazar de las Palmas, tras más de una década de ausencia, ha sido un viaje de emociones encontradas. Este pueblo histórico, incrustado en las montañas de Norte de Santander, conserva una belleza natural que me dejó sin aliento. Sus paisajes, repletos de biodiversidad, flora y fauna que parecen haber desafiado al tiempo, me recordaron por qué siempre me fascinó este lugar.

Sin embargo, mi alegría se vio empañada al recorrer los caminos que llevan al sendero de los siete chorros, un sitio icónico del pueblo. La contaminación y el mugre que ahora invaden este paraje son testigos mudos de la irresponsabilidad y la falta de conciencia de quienes lo visitan. Es doloroso observar cómo un espacio que debería ser sinónimo de paz y conexión con la naturaleza, se ha convertido en un reflejo de descuido.

La presencia de desechos en los senderos no solo afecta la estética del lugar, sino también su ecosistema. Este problema es una llamada de atención urgente para todos: visitantes, comunidad local y autoridades. Cada uno tiene un papel crucial que desempeñar para revertir esta situación.

Los turistas deben recordar que cada acción cuenta. La basura que dejamos atrás no desaparece por arte de magia; permanece, contaminando y destruyendo lo que tanto admiramos. Llevar una bolsa para nuestros desechos, respetar las normas del lugar y educarnos sobre el impacto de nuestras acciones son pasos sencillos pero esenciales.

Por otro lado, la comunidad local, que tanto se beneficia de los visitantes, también tiene la responsabilidad de cuidar y preservar su patrimonio natural. Organizar jornadas de limpieza, educar a los habitantes sobre la importancia del cuidado ambiental y fomentar un turismo sostenible son acciones clave que pueden marcar la diferencia.

Finalmente, las autoridades tienen un papel indispensable en la implementación de políticas y programas de conservación. Es necesario establecer regulaciones claras, garantizar su cumplimiento y promover iniciativas que sensibilicen tanto a locales como a visitantes.

Salazar de las Palmas es un tesoro que merece ser protegido. No podemos permitir que la contaminación y el descuido continúen desdibujando su belleza. Es hora de unirse como comunidad y actuar con determinación para garantizar que este lugar siga siendo un refugio de historia y naturaleza para las generaciones futuras. El tiempo de actuar es ahora.

martes, 7 de enero de 2025

APOSTAR POR EL CARNAVAL DE OCAÑA ES APOSTAR POR LA CULTURA.

Por: Trinidad Pacheco Bayona.

Foto: Alber Mauricio Toro

El Carnaval de Ocaña, Norte de Santander, es una tradición que, año tras año, reúne a locales y visitantes en torno al arte, la cultura y la alegría. En la edición de 2025, los esfuerzos de la administración municipal han sido evidentes: la convocatoria de artistas locales y departamentales, junto con la organización de actividades culturales, han buscado consolidar estas fiestas como un evento destacado en el calendario regional. Sin embargo, el carnaval enfrenta desafíos que requieren atención inmediata para garantizar su sostenibilidad y seguridad.

Es crucial reconocer que el Carnaval necesita un Plan Especial de Salvaguardia que incluya un componente pedagógico robusto. Este plan debe enfocarse en educar a la comunidad, tanto en las escuelas y colegios como en los sectores del comercio y la hotelería, sobre la importancia de preservar la esencia cultural de esta celebración. La pedagogía no solo debe estar orientada hacia los habitantes locales, sino también hacia los visitantes que llegan al municipio. Es necesario que quienes reciben a los turistas puedan transmitir información clara sobre cómo participar en los carnavales de manera respetuosa y responsable.

Uno de los problemas recurrentes en el Carnaval de Ocaña es la percepción de desorden y desmanes, muchas veces atribuida a visitantes que no comprenden el espíritu festivo y comunitario del evento. Esto plantea un reto enorme para las autoridades y los organizadores, que deben implementar estrategias de concienciación y regulación que prevengan estos comportamientos sin desvirtuar la alegría inherente al carnaval. Para ello, la capacitación en escuelas y colegios es fundamental, así como el trabajo conjunto con los sectores comerciales, para que toda la comunidad participe activamente en la promoción de un ambiente seguro y respetuoso.

El Carnaval de Ocaña tiene el potencial de convertirse en un referente nacional e internacional, pero esto solo será posible si se asume el compromiso de invertir en su futuro. La seguridad y el orden no son enemigos de la diversión; por el contrario, son aliados que garantizan que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de estas fiestas sin temor ni restricciones.

Apostar por el Carnaval de Ocaña es apostar por la cultura, el turismo y el desarrollo de la región. Es hora de pensar en grande y trabajar unidos para preservar esta tradición, asegurándonos de que siga siendo una fuente de orgullo para los ocañeros y un ejemplo para el país. El reto es grande, pero las recompensas lo valen.

UNA SOLA DANZA NO REPRESENTA A TODO NORTE DE SANTANDER

Por: Trinidad Pacheco Bayona. Hablar de una identidad cultural única en Norte de Santander es un error tan común como preocupante. Este depa...